jueves, 8 de septiembre de 2011

¿PASIÓN O COMPASIÓN?

"Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas, de ellos y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor." Mateo 9:36-38.


Hoy en día oímos hablar mucho acerca de la Pasión en el creyente, se nos invita constantemente a ser unos apasionados por Jesús, ¡wow!, eso me gusta, emociona mi corazón, es la frase de esta generación.

En una ocasión que predicaría acerca de este tema busque el significado y me encontraría con la siguiente definición; Pasión es un deseo desenfrenado..., eso me motivó, estamos llamados a tener un deseo desenfrenado por Jesús cada día. Y así es, en efecto, un cristianismo sin Pasión tarde o temprano haría de lo nuestro una religión más que una relación.

Hace tiempo que Dios traía a mi vida un pasaje que resaltaba en mi Biblia; Mateo 9:36-38, y dice que "al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas...". Compasión es "hacer misericordia", "padecer con alguien", pero algo que vino a moverme radicalmente fue lo que uno de mis Maestros me dijo: “Pasión sin Compasión es pura lástima", lo cual me llevo a reflexionar verdaderamente acerca de lo que había en mi corazón.

Dice el pasaje que Jesús tuvo compasión de las multitudes porque estaban como ovejas sin pastor. Recorría las ciudades y aldeas, pudo percatarse de la necesidad porque fue a ellos, estaba entre ellos, vivía con ellos. La pasión por cumplir la voluntad de Su Padre le quemaba el corazón, pero la compasión lo movió a la acción. Podemos ver enseguida como hace un llamado a pedir más obreros porque el trabajo era mucho y los obreros pocos, y en el capítulo 10, lo vemos llamando a sus doce discípulos para que entrarán en acción; les dio autoridad e instrucciones precisas y ¡a trabajar!, eso es compasión. Esto es precisamente lo que tenemos que hacer; no podemos permitir que sólo la pasión "arda en nuestro corazón" porque tarde o temprano se puede apagar (sobre todo si es avivada por las emociones), la compasión nos debe impulsar y ponernos en la perspectiva de Dios: así como Él vio, debemos ver, lo que Él sintió, tenemos que sentir, que nuestro corazón se duela como el de Él se dolió al ver la condición de la gente.


La necesidad sigue siendo la misma; multitudes dispersas y desamparadas como ovejas sin pastor, miles se mueren sin Cristo cada día, y millones se irán a una eternidad sin El Salvador, el cuadro es el mismo; Jesús sigue pidiendo que roguemos por los obreros. ¿Seremos movidos a compasión?. Misiones es padecer y hacernos uno con aquellos que viven en tal situación, misiones no es sólo la emoción de ir a un viaje, misiones es ir y actuar, dispuestos a dejar todo y renunciar a lo que consideramos nuestro derecho, misiones es atreverse a ir con todo por las almas. Por ahora sólo se que mi corazón me sigue diciendo; "Pasión sin Compasión es pura lástima...".

"Que el Cordero que fue inmolado reciba la recompensa por Su sacrificio"

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Un Sueño Roto

UN SUEÑO ROTO

El sueño de su vida era ser misionero, y parecía como si finalmente se fuera a hacer realidad. Sentado en la oficina de la agencia misionera, el nervioso joven le aseguró al entrevistador que él y su flamante esposa estaban decididos a trabajar duro, administrar sus recursos como buenos mayordomos, y procurar que se proclamara a Cristo al mayor número de personas posible. Confiaban en que todo su futuro estaba saliéndole a pedir de boca.Pero pronto todo iba a parecer como si su sueño se fuera a hacer añicos. Durante su preparación para vivir entre otras culturas él y su esposa se percataron de que ella nunca resistiría los rigores de vivir en el extranjero. Ella era demasiado frágil y débil. Si iban al África, como habían planeado, era seguro que ella moriría.Confuso y destrozado emocionalmente, el joven fue a trabajar para su padre, que era dentista y que tenía un pequeño negocio colateral que producía vino sin fermentar para los cultos de la Santa Cena en las iglesias.Al envejecer su padre, el joven se hizo cargo de este negocio secundario. Un día se le ocurrió que tal vez podría todavía tocar al mundo para Cristo.Podría todavía cumplir las palabras que le había dicho al representante misionero ese día. Trabajaría duro, sería un buen mayordomo de sus recursos, y procuraría que se proclamara a Cristo a tantas personas como fuera posible; solo que lo haría de una manera un poco diferente.Mantendría su promesa sosteniendo financieramente a otros que podrían ir al extranjero como misioneros.Trabajó duro, y con el tiempo logró desarrollar la compañía en una empresa gigantesca. ¿Cómo se
llamaba? Welch.
Hoy su jugo de uva se vende en todas partes. El Sr. Welch ha ofrendado gigantescas sumas de dinero a la causa de las misiones mundiales. Irónicamente, ha hecho mucho más por la evangelización mundial que lo que podría haber hecho trabajando duro personalmente en el campo misionero. Debido a que se adaptó a sus circunstancias y floreció en donde estuvo plantado, llegó a ser un compañero valioso de las misiones en todo el mundo.
Extraído de “El Poder de una Alianza en la Iglesia”, Editorial Bethania, por John C. Maxwell

Cuando una puerta se cierra, no te des por vencido, quizas hay otras puertas que no has visto y que se abrirán para hacer incluso mucho más de lo que inicialmente habías pensado. ¿Cuál fue la última puerta que se cerró?

¿Ya encontraste la nueva puerta? No olvides con Dios siempre hay nuevas puertas delante de nosotros.

De cierto te bendeciré grandemente, y multiplicaré en gran manera tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena en la orilla del mar, y tu descendencia poseerá la puerta de sus enemigos. –Gen 22:17

Conozco tus obras. Mira que delante de ti he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar. Ya sé que tus fuerzas son pocas, pero has obedecido mi palabra y no has renegado de mi nombre. –Apoc 3:8

miércoles, 8 de junio de 2011

Cuanto nos ama Dios?



«Yo siempre los he amado», dice el SEÑOR. Malaquías 1:2a (Nueva Traducción Viviente)

Muchos de nosotros crecimos espiritualmente en Iglesias en donde si cometías un error todos nos daban la espalda y nos trataban como a impuros, algo que es totalmente contrario a lo que Dios nos muestra o al ejemplo que Jesús nos vino a dar a la tierra.

Dios no te saca en cara tus fallos, no te recrimina, no te aparta, al contrario El te levanta, te sacude el polvo, cura tus heridas y te da nuevas oportunidades, la Biblia dice en Lamentaciones 3:22 que por su misericordia no hemos sido consumidos, tanto nos ama que cada día nos da la oportunidad de reivindicarnos con El.

Señores y Señoras, ¿No se han dado cuenta que viven en un cuerpo corrupto? (1 Corintios 15:53), ¿No se han dado cuenta que por más que queramos ser perfecto, siempre fallamos?, Nos es fácil hacer lo que va en contra de lo que Dios quiere, pero nos es difícil hacer lo correcto que quisiéramos hacer (Romanos 7:19) ¿No se han dado cuenta que a pesar de que fallamos, Dios nos sigue amando y bendiciendo?

No te autoexcluyas de su amor, no le des más vueltas en tu cabeza tratando de entender como Dios te va amar después de tus errores, porque tienes que entender una sola cosa, y esta es: ¡Dios simplemente TE AMA!
“yo me aparecí a él de lejos.
Yo te he amado con amor eterno;
por eso te sigo tratando con bondad”.
Jeremías 31:3 (Dios Habla Hoy)
“Yo corregiré su rebeldía
y los amaré de pura gracia,
porque mi ira contra ellos se ha calmado”.
Oseas 14:4 (Nueva Versión Internacional)